2 de octubre no se olvida, ni se puede olvidar

Los Rostros Aztecas / 2 de octubre en el Caracol. San Josè Iturbide, Guanajuato, 2 de octubre. No se Olvida


Texto de Jesús Zarazúa Rangel



“Escucha El rumor
escucha
Las cadenas
che lleva el torrente
Oye, mira El terror cabalga
en aras de bayoneta”
(Eduardo Santos)

A 41 años de la masacre de Tlatelolco los mexicanos no podemos olvidar tal acontecimiento, no podemos dejarnos persuadir por los programas que la televisión abierta nos propone y dejarnos idiotizar por todo aquello que los gobiernos de los diferentes gobiernos se empecinan en hacernos creer, que estamos bien y que vivimos en un país donde no pasa nada, no debemos de aceptarlo, debemos de combatir la ignorancia y el analfabetismo con que durante mucho tiempo nos han gobernado. Hoy 2 de octubre, los mexicanos debemos recobrar esos sueños y luchar porque este país que de pronto comienza a perder sus colores a causa de la crisis y del caos provocado por el narcotráfico y el mal gobierno, por la corrupción y por los intereses particulares de los dueños de los partidos políticos, por los dueños de los sindicatos que más que ver por el proletariado, están de nueva cuenta viendo por sus intereses personales. Hoy hay que sacar de nuevo ese “odiar con amor revolucionario” tal y como el Che Guevara insistió a sus seguidores y que en ese trágico 1968, los estudiantes mexicanos de la Universidad y del IPN retomaron porque ya estaban cansados de la opresión de la que fueron víctimas y que más tarde esa asfixia llevó a manifestarse y buscar su libertad, aunque encontraron la muerte. Es una lástima, que la historia de México cuente entre sus páginas que haya existido un presidente llamado Gustavo Díaz Ordaz y peor aún, que hoy en día nuestros gobernantes sigan por ese camino de la intolerancia, que nos quiten la oportunidad de manifestarnos, que intenten negarnos nuestro derecho de expresarnos, cada nivel de gobierno, tiene sus propias estrategias para hacerlo, pero es una constante la represión.

Hoy a 41 años de esa noche en Tlatelolco, los mexicanos, especialmente los jóvenes quienes serán quienes dirijan esta nación, deben de empeñarse en realizar bien las cosas, de exigirse a si mismo. Los estudiantes debemos de exigirles a nuestros maestros calidad y actitud, pero sobre todo entrega, amor y respeto a esa profesión, pero también debemos de exigirnos a nosotros mismos compromiso con la profesión que estemos estudiando, no podemos quedarnos a ver pasar otros 41 años en que nuestro país siga sometido por la mentira y la corrupción, los mexicanos debemos exigirnos, exigirnos trabajo. Nosotros los docentes también exigiremos a nuestros alumnos que se entreguen en aras del progreso y en contra del analfabetismo cultural, los profesores debemos dar más que muestras de que sabemos organizar una marcha y una huelga, debemos hacer notar que nuestro trabajo es indispensable y que no basta con querer estar frente a un grupo, que hay que tener vocación para hacerlo. Los mexicanos, debemos hoy, en la víspera del bicentenario de la independencia y al centenario de la revolución, en el umbral de esa gran festejo, debemos exigirnos compromiso, civilidad, pero sobre todo mexicanidad, no podemos seguir ondeando la bandera de la ignorancia, de la conformidad, del racismo, del madeinchismo. No, los mexicanos gritamos ya basta, los mexicanos nos unimos a esa filas de lucha, de marcha en contra de la injusticia, en contra de todo aquello mancilla a este gran país, nuestro país. Quien no ame a México, que ni siquiera se atreva a pronunciar su nombre, quien no ame a esta tierra, que ni siquiera se forme en las filas de la nueva revolución, de la revolución ideológica que hoy en día proponemos al levantar el puño derecho con la V de la victoria, como lo hizo el comandante “hasta la victoria siempre, siempre adelante, hasta la victoria”. Exigimos mejores gobiernos, exigimos voz, exigimos compromiso, exigimos trabajo y nos comprometemos al trabajo, a la lucha, a la resistencia, nos oponemos a la desigualdad, a la deshonestidad, los mexicanos queremos el México que merecemos, porque somos hijos de ésta tierra y a ésta tierra Dios le ha dado un soldado en cada lucha, y estamos dispuestos a luchar por lo que miles de hombres y mujeres han logrado, la libertad y con el puño arriba gritaré “Viva México, Viva Hasta la victoria siempre”.