Lectura de Calaveras en la Prepa Plan Guanajuato

31 de octubre de 2008. En la Escuela Preparatoria Plan Guanajuato, de San José Iturbide, el profesor Jesús Zarazúa hizo lectura de Calaveras al termino de la muestra de altares que se realizó en dicha escuela, al punto de las doce se apareció la flaca, pese al frío los muchachos estuvieron muy contentos en ese breve momento.


la Maestra Lety, directora de la escuela estuvo al lado de la flaca, ya que al momento también se dijo las puntuaciones de los altares.
Muy divertidos estuvieron los muchachos
hubo asombro al ver a su profesor con una máscara
los alumnos se divirtieron
El publico presente aguantó el frío del medio día

No Te La Vas A Acabar, en la Normal Superior de Guanajuato

El 30 de octubre a las 16 horas, la mismisima flaca llegó a la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato, para sentenciar a todo aquel que se cruzó en su camino. Exitosamente se presentó el recital de Calaveras No te la vas a acabar, integrado por Jesús Zarazúa, con letras y el concepto, Bryan Cabello y Oswaldo Resendiz en la guitarra y el maestro Antonio Grandos en la Danza, evento que duró un poco más de treinta minutos en que los espectadores se vieron de cara con la muerte, en donde cantó, bailó, rimó, junto al viejito, único sobreviviente del atentado en Michoacan, que vivan las tradiciones de México porque México somos nostros, gritó la muerte
No te la vas a acabar
Leyendo las Calaveras para los profes de la Normal
Bailando, la muerte y el viejito de Michoacan
El dueto de baile
La Flaca diciendo Calaveras


La Flaca, acompañado de sus dos músicos, cantando las coplas


El grupo en plena acción, al inicio, antes que Jesús se pusiera la máscara
La primer Calavera
El inicio

La presentación
No te la vas a acabar, Toño, jesús, Bryan y Waldo
En los preparativos de no te la Vas a acaber

La Muerte... Puros Cuentos. Presentación del libro de Erik de Luna

Jesús Zarazúa, Erik de Luna, para la presentación

29 de octubre de 2008, en la escuela preparatoria Plan Guananjuato, se presentó el libro "La Muerte ... Puros cuentos" del actor y escritor queretano Erik de Luna, ante un auditorio juvenil y muy entusisata, los comentarios fueron por parte del profesor Jesús Zarazúa, quien introdujo a los chavos al viaje de los cien nombres con que los mexicanos nombran a la muerte, luego Erik, tomó el microfóno e hizo que pasaran un rato muy ameno, leyendo y platicando acerca de las tradiciones en torno a la muerte.

Durante la presentación

La maestra Lety, entregando el reconocimiento a Erik


Erik, firmando libros


Erik, sosteniendo su libro y la gaceta La plan


Alumnos de la preparatoria Plan Guanajuato






Jesús leyendo el texto de la presentación

Erik, momentos antes de la prersentación


Charla sobre Relatos, Mitos y Leyendas de San José

Viernes 24 de octubre, en el Instituto de Estudios Bajío, Plantel San José Iturbide, se presentó la charla de relatos, mitos y leyendas en torno a San José Iturbide, preparada por el Prof. Jesús Zarazúa, es la tercera vez que se presenta en esta Institución a leer cuento o poesía de su autoría, pero esta vez a platicar acerca de los relatos, basado en un trabajo llamado "Una mirada a San José" con el que el año pasado ganó el primer lugar en el concurso de mitos y leyendas municipal.
Con esta actividad se dió por iniciadas la actividades de día de muertos, que serán muestra de altares, concurso de calaveras literarias y gráficas. La actividad fue para todos los alumnos de la institución, la charla les pareció interesante e ilustrativa. al termino de la charla, el Prof. Jesús Zarazúa Rangel, recibió un reconocimiento por la promoción de la Cultura y la Lectura en los alumnos de esta escuela preparatoria, ubicada en la Cabecera Municipal de San José.

Fue un público nutrido
Minutos antes de la presentación

Nave de Papel. 22 de octubre

Un día antes del fin del mundo
Jesús Zarazúa Rangel


Liliana ya me había dicho que el sábado saliéramos a un baile, la verdad lo pensé, pero accedí sin mucho renegar. Está bien en dónde te busco.
-En mi casa –respondió. Fui a las nueve a buscarla, tardó un poco, es mujer –pensé- en lo que se arregla, va al baño, vuelve a arreglarse y vuelve al baño. Voy a tener que esperar un rato.
-No me querían dejar salir –pronunció inmediatamente- pero ya estoy lista. Vámonos. La tomé de la mano y nos dirigimos a donde era el baile. Me le acerqué, sentí sus manos lisas y calientitas; apretándose a las mías, la besé y caminamos muy lento por esa calle larga, polvorienta, sola, sola como si nadie la habitara, con esas lámparas de luz opaca, como si estuvieran a punto de extinguirse de esta vida, pero ideal para dos que buscan la soledad, la oscuridad para hacerse caricias, para besarse y decirse con miradas que el amor existe entre ellos.
-Ahí es el baile –dijo- vamos a meternos. Entramos, vimos que estaba muy lleno, era un espacio pequeño.
-Vamos allá afuera. Buscamos donde sentarnos para platicar. Saliendo, vimos que enfrente está la escuela en donde ella estudió. En la entrada seis o siete escalones, nos fuimos, buscamos el lado más oscuro y nos acomodamos. Ella se recargó en mi hombro.
-¿Ves aquella estrella? –la señaló son su mano- me gustaría algún día ir al espacio, conocer el universo y desde allá ver la pequeñez de nuestro planeta y saber que en el hay seres maravillosos como tú. Me sonrojé un poco.
¿En verdad te gustaría viajar por el espacio y conocer diferentes cosas? – le dije- pues para eso necesitas la imaginación, tu creatividad o un libro que te hable de eso. O la televisión –agregó ella.
-Pues la tele no tanto –apunté- ahí pasan demasiada violencia, muchas mentiras y además impide la imaginación. No hay nada mejor que crear sus propias imágenes – le mencioné- a propósito de noticias, no has visto que precisamente mañana va a pegar un meteoro gigante y es casi seguro que provoque extinción de animales, plantas y humanos a consecuencia de los grandes cambios climatológicos y catástrofes que el impacto puede provocar, es decir estamos a una cuantas para que el mundo termine.
-No me espantes, ni me digas mentiras –me dijo- que el mundo se le acaba a cada quien y no en masa. Bueno –respondí- eso creemos nosotros, pero ya hay vestigios de que el mundo se acaba en masa, además hay que ser concientes que el universo es gigantesco, incomprensible para nosotros y que en el existen mundos, vidas, cosas , guerras que inician y terminan, que hay planetas y luego se destruyen y que eso no ha sucedido desde hace millones de años y en los próximos millones de años seguirán sucediendo, además si no conocemos nuestro propio planeta y todo lo que hay en el, cómo podemos imaginar o saber lo del universo.
-¿A poco crees en fantasmas o a ti te han espantado? ¿no crees en nada de eso? –cuestionó y me miró sonriente.
-Bueno, lo que sucede que he tenido algunas experiencias y no es bueno decir si son ciertas, porque pueden tratar a uno como loco, pero hay cosas que conozco y otras que en verdad no se nada. Fíjate –comencé a relatar- hay cosas que suceden en la soledad, en el silencio e incluso cuando no hay más ruido que el rechinar de tus tripas, ahí es cuando se pude dar uno cuenta de mucho de lo que existe, es cuando el ruido que no se capta fácilmente se deja oír y es aturdidor. Me ha tocado ver sombras, luces, hombres, mujeres que de pronto aparecen y luego se desvanecen como si hubieran sido sólo un sueño, y al final no es nada. Pero no he visto más allá.
-¿Cuántas veces has visto cosas?
-Pues no se, muchas y regularmente se ven cuando se anda solo, pero no se puede asegurar que sea real. Creo que es cuando uno está en un estado de muy poca conciencia y es como un hilo delgado entre el dormir y el soñar, entre el vivir y despertar. No se es algo complicado – le dije mientras miraba ella el reloj.
- Ya son las doce de la noche, a qué hora dices que va a chocar el meteoro con el planeta.
- A las tres de la mañana.
-Pues todavía faltan tres horas –mencionó- volteó y entonó una canción que desde el baile se escuchaba, “dime si quieres andar conmigo” –cantó y luego guardó silencio. Sabes –me dijo- un día soñé que andabas por la calle de la parroquia, esa que da al viejo callejón y te veía, éramos novios, pero no andábamos juntos, luego, unos demonios te llevaban quién sabe a dónde, desapareciste. Desperté y me di cuenta que sólo fue un sueño, le conté a mi mamá. Bueno ya me voy, sino, no me vuelven a dejar salir contigo.
-Como quieras le contesté, le apreté la mano y acerqué mis labios a los suyos y nos besamos, nuestro primer beso, justo un día antes del fin del mundo.

Nave de Papel.

Puros cuentos. La muerte. ¡¡Lotería!!*
Jesús Zarazúa Rangel


“Viene regresiva la cuenta
viene lento y muy despacito
échenle a mi calavera un pesito
antes que su guadaña sienta
por no tener que pagar renta
estamos muy contentos
disfrutando estos momentos
la muerte y sus parientes
la Catrina que pela los dientes
La Muerte… puros cuentos”.

¿De cuántas maneras conocemos a la muerte? ¿A caso la conocemos realmente? En nuestro país existe una gran diversidad cultural por todo lo ancho y largo hay diferentes mitos que llevamos a cuestas durante toda la vida, algunos son iguales o parecidos, sólo que tienen distinto nombre, eso va dependiendo de la región. Los que habitamos esta tierra, cargamos con estructuras psicosociales bien estructuradas que nos van dando la identidad que hoy en día tenemos. Una de esas estructuras es la que tenemos bien construida y cimentada en torno a la muerte, y es que la muerte para los mexicanos es más que un concepto, es todo un mundo rodeado de magia, música, poesía, ritos, mitos y todo aquello que nos va identificando al separarnos de otras culturas. ¿Pero qué onda con la muerte? Nos podemos preguntar, y es así, como Erik De Luna, nos ofrece un recorrido mortal de la “A” a la “Z”, nos lleva a caminar por una lista de imágenes que se van creando, una a una. Surgidas de cada región del país, De Luna, nos va mostrando en forma de lotería, cada uno de los cien nombres que los mexicanos le damos a “indeseada” muerte, que para nosotros es un personaje bien elaborado social y culturalmente ya que cuenta con su lugar propio en nuestros preceptos como mexicanos. “Hay que apagar la tele” –nos dice el autor y menciona a modo de recomendación, una lista de cantautores mexicanos que nos van a ayudar recrear a “la Flaca”.

Bajo el título de “La muerte… puros cuentos”, el actor queretano Erik De Luna, nos va ilustrando el colorido imaginativo y mágico de nuestras tradiciones, este primer libro de cuentos sobre los nombres que se le dan a “La Jijurría” nos va llevando del hilo de la imaginación por veredas insospechadas que nos llevarán al encuentro de nuestra identidad y la importancia de las tradiciones en un pueblo como el nuestro, ya que nos acerca a los personajes que de cierto modo, han intervenido en este desarrollo sobre nuestra identidad, podemos encontrar a Diego Rivera, a la Doña, A Selena, también encontramos a Ana Guevara, entre otros que están bien personificados y esqueléticamente representados por la técnica de grabado que De Luna utiliza y que maneja con maestría, pero eso no es todo lo que podemos encontrar, Erik, hace uso y manejo de los refranes y dichos y populares, esos que de pronto están en el olvido (el olvido también es una forma de muerte), “el que ha de morir a oscuras, aunque muera en velería”, “no hay que meterse en la danza si no se tiene sonaja” palabras de nuestra cotidianidad y no deja de lado las pintorescas bombas yucatecas “como una bomba llegó la cabezona a interrumpir la vida del yucateco Pantaleón, cabezón también, así que el duelo estuvo sabroso al ritmo que tocaba el arpa… y ¡¡Bomba!! Y como no incluir las clásicas calaveras literarias “pobrecita calaca, sentadita en su petaca, le lloraban sus ojitos porque no podía hacer caca”. Y la filosofía del diario “cuídate de los vivos que los muertos, muertos están”, y aún podemos encontrar más en este maravillosos libro que nos invita, además, a viajar por el mundo de los Mayas y explorar el Chilam –Balam, y algunos códices Mexicas, canciones populares, en fin es toda una lotería de identidad, en torno al tema más doloroso, pero que los mexicanos seguimos usando a forma de juego y que seguimos poniéndonos esa máscara para no tener miedo, para gritar a los cuatro vientos sobre lo que estamos inconformes, pero también para reír y reírnos de “La Cargona” , “La Parca cruel”, en fin:

Encendamos pues el fuego
y esperemos que se siembre
porque ahora ya es noviembre
y para ella no existe el ego
comencemos ahora el juego
con ”La Dama Delgada”
hay viene “La Descarnada”
¡…cuatro, tres, dos, una!
¡Cuídate Erik De Luna!
que hay viene “La Chingada”

También está “La Cabezona”
muy del guante con “La Catrina”
más allá viene “La China”
escuchando a “La Patrona”
en esta noche, la cabrona
viene a muchos recogiendo
hasta a mi que estoy escribiendo
llegó la misma “Matadora”
porque ya es “La Mera Hora”
y la lotería corre y sigue corriendo…

1. La Afanadora. Sirena hermosa y traidora.
2. La Amada Inmóvil. Viene por ti en su automóvil.
3. La Apestosa. Lupita, mona olorosa.
4. La Bien Amada. Mujer de la cantada.
5. LA Blanca. El color te quita y te arranca.
6. La Cabezona. A Pantaleón se llevó la cabrona.
7. La Calaca. De atole y tamales se ataca.
8. La Calavera. De todas la primera.
9. La Calva. De ésta nadie se salva.
10. La Canaca. Esta loca de risa se ataca.
11. La Canica. Gustosa baila y brinca.
12. La Cargona. Ésta el frío pregona.
13. La Catrina. Posadas la puso en vitrina.
14. La Cierta. El panteón tiene la puerta abierta.
15. La Coatacha. Ésta a nadie retacha.
16. La Coatlicue. Dualidad siempre fue.
17. La Comadre. No tiene ni mama ni padre.
18. La Copetona. Peinada y siempre enojona.
19. Costal de Huesos. Que no me cargue pido en mis rezos.
20. La Curamada. Niña de flor descarnada.
21. La Chicharra. A quien se descuida lo agarra.
22. La Chicharrona. Mujer pájaro y burlona.
23. La Chifosca. En el cajón a uno lo enrosca.
24. La China. Bella y pulcra la indina.
25. La China Hilaria. Charros, charros y mangana varia.
26. La Chinita. Cuenta cuentos de Jesuitas.
27. La Chingada. Carga de noche y madrugada.
28. La Chiripa. Se lleva al doctor y al de la gripa.
29. La Chirrifusca. Encuentra al que busca.
30. La Chupona. Muerde manzana, la largartona.
31. La Dama Delgada. Con anorexia y bulimia de volada.
32. La Dama de la Guadaña. Más ponzoñosa que la araña.
33. La Dama del Velo. Siempre de luto, siempre de duelo.
34. La Democrática. Siempre de frente, jamás enigmática.
35. La Descarnada. En Oaxaca siempre respetada.
36. La Desdentada. Siempre te mira, siempre callada.
37. La Dientona. Siempre sonriente y contentona.
38. Doña Huesos. Enamorada de éstos y esos.
39. Doña Osamenta. Hasta la madre te mienta.
40. La Enlutada. A su marido se lo llevó la fregada.
41. La Espirituosa. La de soledad espantosa.
42. La Estirona. Siempre en el teatro de mandona.
43. La Flaca. Te espera y te ataca.
44. La Fregada. Siempre triste, siempre agobiada.
45. La Fría. No te la tomes que está es mía.
46. La Güera. Quién no quisiera ser lo que fuera.
47. La Grulla. Esta muerte es pareja suya.
48. La Hedionda. Siempre que apesta es porque ronda.
49. La Hilacha. No perdona a la vieja ni a la muchacha.
50. La Hora de la Hora. Nada se escapa, todo devora.
51. La Hora Suprema. Hacia el final siempre se rema.
52. La Hora de la Verdad. No hay malicia, no hay maldad.
53. La Huesos. La que deja a todos tiesos.
54. La huesuda. Quien la ve frío suda.
55. La Igualadora. Elegante ésta señora.
56. La Impía. De vez en cuando viene y todo limpia.
57. La indeseada. En el entierro fue inventada.
58. La Jijurría. Viene por la lujuria.
59. La Jodida. Así es esta vida.
60. La Liberadora. Libertad desde ahora.
61. La Llorona. Sus lágrimas nos dona.
62. La Madre Matiana. Se lleva a los de lana.
63. La Malquerida. Llora de vuelta, llora de ida.
64. María Guadaña. Limpia todito y todito daña.
65. La Matadora. Se les respeta a ésta señora.
66. La Mera Hora. Señora que ríe, señora que llora.
67. La Mocha. Si no te cose, te abrocha.
68. La Novia Fiel. Enamorada siempre de él.
69. La Pachona. La muerte chiquita, la muerte fregona.
70. La Pálida. Toda la muerte es válida.
71. Patas de Catre. Viejita de arrastre.
72. Patas de Hilo. Jalas con estilo.
73. Patas de Ixtle. Nos cuentas un chistle.
74. Patas de popote. pasón y rebote.
75. La Parca Cruel. Llévate al infiel.
76. La Patrona. Todo te manda, nada le embona.
77. La Paveada. Después del baile quedó condenada.
78. La Pelada. Bailando fandango fue enterrada.
79. La Pelona. Se mira al espejo y se emociona.
80. La Pelleja. Te lleva por vieja.
81. La Pepenadora. Recoge basura la muy chambeadora.
82. La Polveada. Se arregla pero no es casada.
83. La Rasera. No perdona la muy culera.
84. La Raya. Te busca hasta que te haya.
85. La Santa Muerte. Si no te la encuentras es suerte.
86. La Segadora. Te corta pero te adora.
87. La Seria. Se lleva a la fiel, también a la adultería.
88. La Sin Dientes. Se lleva a los niños y a sus parientes.
89. La Siriquisiaca. Se lleva a artistas y también los aplaca.
90. La Tembeleque. Deja al tendero a cambio de un trueque.
91. La Tía de las Muchachas. Se pone vestido y también hilachas.
92. La Tía Quiteria. Siempre baila aunque se ve muy seria.
93. La Tilica. Baila y baila pero no platica.
94. La Tilinga. Al recogerte te pone una chinga.
95. La Tiznada. Ya muy cerquita de la chingada.
96. La Tostada. Se toma el vino y no deja nada.
97. LA Triste. No ríe ni de chiste.
98. LA Trompada. Va a la feria y no compra nada.
99. La Veleidosa. Mujer vanidosa.
100. La Zapatona. ¡¡¡Por correr quedó campeona!!!

¡¡¡Lotería!!!

*Texto para la presentación del libro “La Muerte …puros cuentos” de Erik De Luna, el 28 de octubre de 2008, en la Escuela Preparatoria “Plan Guanajuato”. San José Iturbide, Guanajuato.

Miércoles 8 de octubre. Diario Pueblo Chico. San Luís de la Paz. Nave de Papel

La lectura y la escritura
Dos entes fundamentales para una educación eficiente

Jesús Zarazúa rangel*
“Escribir significa mucho más
que conocer el abecedario
y saber juntar letras…[1]

Si comenzamos por definir educación eficiente, diremos entonces que es aquella que alcanza sus objetivos en el sentido más extenso de la palabra, es decir, que los alumnos han adquirido habilidades y capacidades para dar una lectura al mundo que les rodea, reconocer los problemas y proponer posibles soluciones. ¿En realidad nuestras escuelas ofrecen una educación eficiente? Es una interrogante sumamente difícil de responder, sin embargo, si realizamos un análisis de las escuelas cercanas a nosotros tal vez nos encontraremos con la desalentadora respuesta de no, no hay educación eficiente en los discentes al termino de un grado escolar e incluso al termino del nivel que han cursado, no es para decepcionarnos, es para que nosotros pongamos mayor atención en lo que estamos haciendo como docentes para contribuir a que la educación sea de calidad y mucho mejor sea eficiente, yo planteo en este ensayo que dos entes como lo son la lectura y la escritura son fundamentales para alcanzar la eficiencia en cada uno de nuestros alumnos. Ambos son parte de un proceso de aprendizaje, la escritura no podría existir si no hay lectura y la lectura no se podría dar si no existe la escritura y tal parece que nos metemos a un laberinto sin salida, pero no es así, es muy simple ya que para que surgiera la escritura que es la mayor invención del ser humano, tuvo primero que pasar por un proceso de lectura del mundo, de observación e imitación de lo observado, pájaros, el medio ambiente, los ríos, los demás animales, etc., después de ello las sociedades humanas en sus primeros días como seres humanos dejaron de ser seres ágrafos y pasaron a ser seres con conciencia comunicativa, pero para que esa conciencia comunicativa cumpliera su función de dar a conocer pensamientos, conocimientos, emociones etc., se creó un códice con sus significantes y significados y de esa manera no sólo surgió la escritura, sino que se fue complementando el habla que desde entonces no ha dejado de evolucionar hasta nuestros días.
“Leer y escribir son instrumentos poderosos que permiten repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento, donde interpretar y producir textos sean derechos que es legítimo ejercer y responsabilidades que es necesario asumir[2]” para un desarrollo no sólo individual sino un desenvolvimiento social que tendrá que verse reflejado en los avances en cuanto a la calidad del ser humano, leer y escribir nos permiten repensar las cosas que conocemos del mundo, en este lapso cognitivo podemos cambiar nuestras concepciones que tenemos sobre tal o cual conocimiento, nos permite llegar a la reflexión, el intercambio de emociones que se producen en nuestro interior y en base a ello podemos ir solidificando nuestras aseveraciones, sin embargo también podemos cambiar nuestras posturas que para nada es malo, nos permite crecer más cuando de manera concienzuda cambiamos nuestras formas de pensar y actuar en base a una reflexión introspectiva fundamentada en diversos autores que hablan desde sus conocimientos de un tema determinado; y es nuestro derecho escribir y rescribir algo ya escrito ya que lo que está escrito no está terminado y requiere de lectores que después de vuelvan escritores para complementar lo que se está escribiendo y el asumir responsabilidades es algo que nos ayuda a ser más eficientes ya que nos da una personalidad inconfundible que nos vuelve personas no números ni estadísticas, es decir, nos vuelve un ser humano con nombre y conciencia de si mismo y del mundo.

El problema de la lectura y la escritura no es particular de los alumnos, es un problema cuando menos en nuestro país parece ser general y se da tanto en niños de primaria, adolescentes de secundaria y jóvenes de preparatoria, en todos ellos, cuando se les indica que realicen un texto libre surgen preguntas como las siguientes “¿De cuántos renglones? ¿Tiene que ser de nuestra mente? ¿Por qué nos martirizan haciéndonos escribir?” Para comenzar a decir algo, creo que el problema viene desde los docentes ya que muy pocas veces los vemos realizando una lectura y casi es nulo el que veamos de nuestros maestros algún escrito, publicado en cualquier parte (periódico mural, escolar, regional, etc.), por lo que los discentes también tienen la firme convicción de que la lectura y la escritura no es para personas normales y que son actividades que realizan personas aburridas que no tienen amigos o que no les gusta salir a divertirse. En las escuelas en las que he laborado me encontrado con este problema de la falta de lectura y por ende la falta de producción de textos.

“El verbo leer no tolera imperativos[3]”y en realidad, el que pretendan obligar a uno a leer, sólo ocasiona que uno no lea. Recuerdo cuando cursé la preparatoria y que el profesor de historia, de español y en otras asignaturas nos dejaban leer algún libro y luego realizar un ensayo, que por cierto después de muchos años conocí sus características, la mayor parte de mis compañeros y me incluyo, no leíamos con entusiasmo, lo hacíamos por realizar un ensayo que tenía un valor para la calificación y cuando nos encargaban libros a leer y no teníamos que realizar nada o sólo comentarios eran muy pocos los que leían el libro en cuestión. Con el paso del tiempo me fui aficionando a la lectura y mucho más a la escritura, pero fue un proceso marcado por algunos aspectos pocos usuales, el primero de ellos fue, el recordar aquellas leyendas y esos cuentos y relatos que siempre realizaba mi maestra en primero y segundo grado de la primaria, el recordarlos aún hoy en día es algo maravilloso que me permite recrear la imaginación. El otro aspecto fue que en la preparatoria dos de los maestros que me impartían clases escribían en una revista que era producida por el sistema del Bachiller en el que estaba inscrito y esa revista se distribuía a los alumnos, yo recuerdo que siempre la buscaba y gustaba de leer a mis maestros y eso me hacía pensar en que yo algún día también podría publicar mis cuentos, poesías, reflexiones y pensamientos que desde la secundaria comencé a escribir y a guardar bajo el colchón por miedo a las burlas de los demás. La lectura es un acto personal e íntimo de cada persona que la realiza, es un encuentro con uno mismo, con el yo oculto, es algo que no se puede ni se debe obligar a realizar. Nuestra naturaleza humana por si sola nos ha hecho darnos cuenta que aprendemos imitando, que desde hace miles de años hemos a prendido a hacer cosas imitando no sólo a la naturaleza sino a otros hombres, entonces, si nosotros los docentes somos vistos por nuestros alumnos con un libro bajo el brazo o somos sorprendidos en la cafetería de la escuela leyendo, es muy probable que nuestros alumnos comiencen a hacer lo mismo, que ellos también empiecen a leer algunos libros, yo ya lo he hecho y les puedo compartir que los alumnos que han intentado seguir ese camino, traen el mismo libro que yo y les he preguntado el por qué, a lo que me han respondido, es que parece muy interesado y me da curiosidad saber qué es lo que le atrapa de esa manera. De manera intencionada en clases he llevado los comentarios sobre el libro, los demás alumnos también se interesan y he visto a algunos más llevando un libro bajo el brazo para leer. El poder vincular las ideas de los libros en las clases es un poco difícil, ya que a veces se está leyendo cuentos o novelas o los contenidos tienen qué ver con situaciones fuera del contenido de los libros que leen los discentes, sin embargo, el darle unos minutos al termino de la clase si genera que exista el interés por la lectura, ¿y de la escritura qué? Para nada me he olvidado de la escritura, es preciso ir por pasos y el primero creo que debe ser la lectura ya que ella motivará la escritura, recreará la imaginación de cada uno de los alumnos que son escritores en potencia, pero la escritura tiene mucho peso ya que quien desarrolla esta habilidad puede proponer transformaciones sustanciales sin perder su identidad que también ha adquirido por medio de la lectura. La lectura y la escritura son capaces de “formar seres humanos críticos, capaces de leer entre líneas y de asumir una posición propia frente a la sostenida explícita o implícitamente por los autores de los textos que interactúan en lugar de persistir en formar individuos dependientes de la lectura del texto[4]”. La lectura nos da identidad y la escritura independencia y ambas constituyen una parte fundamental de la educación eficiente y la educación eficiente permite que el hombre verdaderamente sea un ser humano, es decir un ser con principios y valores, con tolerancia frente a los demás modos de pensar, conocedor que el hombre es un ser inacabado y que sus obras son perfectibles, no perfectas, y que hay que trabajar con independencia para alcanzar las metas que se han planteado, ¿pero cómo es que la escritura nos da esa libertad? Pues es simple, cuando comenzamos a leer a uno y otro autor, dejamos d creer lo que creemos y que leímos en una sola ocasión, buscamos tener diferentes opiniones desde distintas perspectivas y de ese modo ir creando nuestra propia concepción de tal o cual cosa, de esa manera vamos recogiendo pequeñas imágenes de los diversos autores que al juntarlas nos permiten tener una imagen nueva, distinta, fresca y que es nuestra, nosotros la hemos creado y desde ese momento la defendemos y se convierte un algo completamente distinto, autónomo y libre y a su vez representa nuestra idea o pensamiento y nos da la libertad porque la hemos construido de partes distintas es como realizar un collage, sin embargo no se le notan los remiendos o añadiduras ya que se constituyó de una sola pieza, es como fundir muchas ideas y después moldear una sola con nuestras propias ideas y apropiaciones que obtenemos de los demás.

Cuatro formas de ver a la lectura.

Siempre existe la interrogante de cómo ver la lectura y hasta qué punto debemos considerarla y es que a veces sólo la vemos como parte de algo común y ordinario que hacemos, pero en realidad con qué profundidad debemos de observar la lectura, para ello yo propongo que la veamos de cuatro maneras, cada una de ellas anteponiendo a la otra y la siguiente ampliando nuestra visión sobre lo que leemos:

Primer forma de ver la lectura es como la codificación de signos, es decir, ver a la lectura como un conjunto de símbolos que tienen un significado, si codificamos esos signos nos daremos cuenta que tienen un significado propio y entonces podemos literalmente leer lo que está plasmado en esa simbología. Para poder realizar esta codificación es necesario conocer los signos y su utilización en nuestro entorno. En nuestra cotidianeidad esos signos son las letras y los números que nosotros conocemos, entonces cuando vemos por ejemplo el número 1000, sabemos que el uno tienen el valor de la unidad y que los tres ceros a la derecha significan un millar y podemos decir que el conjunto de esos cuatro signos tiene una equivalencia al valor mil, lo mismo sucede cuando ustedes están leyendo esto y observan que está escrita la cantidad con número.

La segunda forma de ver la lectura es la de significación de signos, es decir darle el valor a esos signos, saber que la aglomeración de signos constituye una simbología que repercute en nuestras ideas, en lo que nosotros pensamos ya que nos forma una imagen mental que nosotros constantemente estamos repitiendo y alimentando y cuando la veamos nuestra mente enlazará con la imagen que nos hemos creado con anterioridad.

La tercer forma de ver la lectura es la de comprensión de significados, muchas de las veces cuando leemos nos quedamos en las dos primeras formas de la lectura y es por eso que no recordamos cuando alguien nos cuestiona sobre algo que hemos leído, la memoria fotográfica no se está estimulando ya que fue como ver la imagen en el momento pero no guardarla en un negativo o hoy en día en nuestra memoria digital, es como si acudiéramos a un lugar o evento sin tomar ninguna fotografía que eternice el momento y después sólo lo recordáramos, pero ese recuerdo cada vez, con el paso del tiempo, se va volviendo borroso e indescifrable y la imagen se va desvaneciendo hasta que por fin llega a su extinción y no queda nada, pues bien, la tercer forma de ver la lectura es llegar a eternizar lo que hemos codificado con anterioridad, darle su significado y por fin comprender el contenido de ese conjunto de simbologías.

La cuarta forma de ver la lectura es la apropiación de los significados, es decir, hacer nuestra esa simbología, no basta con llegar al nivel de comprensión, este último nivel que planteo es mucho más complejo, es llegar a un estado crítico. Después de que el lector a comprendido el contenido de los signos lingüísticos, se debe apropiar de ellos, es decir, conocerlos en su interior y exterior, esto permitirá que pueda dar su críticas sobre lo que ha leído, argumenta esas críticas e incluso propone algo nuevo sobre lo escrito, en este paso, la lectura provoca y despierta escritura, ya que el lector no sólo es lector, sino, ha alcanzado un nivel superior que es el de crítico y por lo tanto tiende a escribir sus criticas y tenemos un nuevo escritor, a una persona más que utilizará la escritura como medio de transmisión de emociones, sentimientos, ideas, pensamientos y conocimientos.
Si en nuestras aulas promoviéramos la lectura de manera conciente y se alcanzara llegar a los cuatros niveles, tendríamos alumnos mejor preparados para enfrentar las diferentes circunstancias del mundo real, tendríamos personas inconformes en muchos sentidos, cuando hablo de inconformes me refiero a personas que tienen ambiciones y luchan para ser mejores humanos, mejores en todo y no se conforman con lo que hay y existe, estos inconformes son innovadores, creadores, investigadores, analistas, críticos, personas propositivas y por supuesto con un amplio criterio y decisión en momentos cruciales de su vida personal y en la social.

* Licenciado en Educación Secundaria con Especialidad en Biología por la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato. Subsede San José Iturbide.
[1] Daniel Cassany. “La cocina de la escritura” Pág. 13.
[2] Delia Lerner. “Leer y escribir en la Escuela” pág. 29
[3] Daniel Pennac. “Como una novela” pág.11
[4] Delia Lerner. “Leer y escribir en la escuela” pág. 40

Nave de Papel. Diario Pueblo Chico. San Luís de la Paz,Guanajuato. 1 de octubre

A 23 años de la muerte de Rockdrigo González, su música sigue viva y sus letras vigentes
Jesús Zarazúa Rangel

Para el Villegas, entrañable amigo y rocanrolero de corazón.
A Gaby, mi compañera en éste mundo descompuesto y loco.

“En este tren de los locos a quién le puede importar
lo que digan los pocos
con credencial de pensar.
En el convoy manicómico a quién le va a interesar
los letreros de señales dispuestos a hipnotizar”

Aunque nació en la Ciudad de Tampico Tamaulipas en 1950, Rodrigo González es el personaje que representa la mayor urbanidad de la “vieja ciudad de hierro” como él mismo nombró a la ciudad de México.
El músico Rockdrigo González, también conocido como “el Profeta del Nopal” perdió la vida en el sismo del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México. Otros lo nombraron el “adalid del rock rupestre” ya que la aportación de su poesía convertida canción dio paso a que mucha gente conociera la cotidianidad de la vida en las vecindades, barrios y colonias clase-medieros de la ciudad más pujante del país en la década de los ochentas y que a través de sus versos se le fue dando vida a cada instante sufrido, gozado y llorado en la ciudad de México.
¿Cuántas veces no hemos escuchado la canción del “Metro Balderas”? y creemos que es una canción del Tri, sin embargo, existen otras muchas canciones de corte urbano que las hizo famosas otro grupo y no su verdadero autor, en éste caso, Rockdrigo, como lo nombraban por haberle dado otro sentido al rock nacional en esos años, es un autor desconocido para muchos.
En las composiciones de Rockdrigo se transfigura una visión del mundo, una visión confusa, paradójica y contestataria que enjuicia, reprocha y satiriza. Empero, su música no intentó la novedad, simplemente eso que ahogaba sus entrañas, desgarró sus canciones y les dio huesos, vísceras, músculos, la vida misma. Cada una de las estrofas de las canciones de Rodrigo tiene vida en si misma y no necesita de la existencia de otra para que se comprenda, sino es en si misma una historia contada y transmitida con todo y el dolor que causó el hecho, por ejemplo en la canción de “Distante instante” el oyente encuentra una versión al dolor que causa la soledad en la inmensidad de la humanidad, hace comprender que no basta que existan miles de gentes si no hay una sola que le dirija a uno la palabra “Si tuviera ilusiones / si existieran razones, / locuras, mentiras, pasiones / no habría necesidad / de pasarme por horas / bebiendo cantimploras / de esta gris soledad / de esta eterna ansiedad.” Después de ello, se intenta que el receptor obtenga un poco de paz y tranquilidad sabiendo que la desesperación no es la muerte y se le ofrece la vida a la muerte en un vaso tan sólo por un distante instante, por un momento muy lejano pero no ajeno a cada uno de nosotros.
A 23 años de su muerte, Rockdrigo González sigue siendo un músico muy avanzado a su tiempo, época y momento.
Pareciera que nunca dejó de crear, de improvisar versos, tonadas y buscar en el lenguaje de la canción popular, el mejor medio para expresar sus preocupaciones existenciales, tanto en la canción irónica como en sus cuestionamientos a las relaciones amorosas, su razón existencial y su crítica social. El Profeta del Nopal fue un iluminado en sí mismo, pues como músico rupestre del rock de los jóvenes de la Ciudad de México, se convirtió en una figura mítica sólo tras su temprana muerte, cuando apenas empezaba a tomar vuelo.
Quizás para muchos el nombre de este personaje sea desconocido, sin embargo más de alguna vez hemos entrado en contacto con él a través de alguna de sus rolas y es que cada vez que vamos a la ciudad de México y nos transportamos por metro y nos toca la suerte de encontrarnos a uno de esos músicos urbanos de guitarra al hombro, pelo largo y armónica, seguramente hemos oído la interpretación de alguna de las canciones de Rockdrigo González.
La primera vez que tuve contacto con alguna de las canciones del máximo cantante rupestre mexicano, fue entre los años de 1995 y 1998 cuando me encontraba en el Colegio de Bachilleres de Querétaro, un amigo (chilango por cierto) fue quien sacó sus cintas (en esos años aún no afloraban los discos piratas) y en una borrachera de viernes a causa del desamor que le causó el rechazo de una de nuestras compañeras del grupo para con él, tomó la grabadora y dijo “hoy aquí se oye lo bueno, lo que siento está aquí expresado” y comenzó esa rola de “rock en vivo” no lo niego que yo también casi lloro en la estrofa que dice “no, no hay manera / de regresar la cinta / tu amor fue un rock en vivo/ dos, tres manchas de tinta / un requinto de jazz / fugaz e improvisado / una imagen en el aire de un pintor apresurado” pero las lágrimas se escurrieron cuando la canción dice (o mejor dicho el poema menciona) “ ya todo es esquema / desde que partió tu barco / máquinas sistemas, estructuran / sin embargo. Un acorde vuela / me platica de una isla / y un navegante herido / para tras tus ojos.” Y después de eso, grabé el caset, fui poco a poco haciéndome de la música de este personaje.
Difícil encontrar la música de Rockdrigo, ya que son pocas las grabaciones existentes; sin embargo hay cuatro discos editados por Pentagrama, los cuales contienen canciones que el mismo Rockdrigo grabó en su casa, otras en radio educación y algunas más, pero muy pocas en algún estudio de la Ciudad de México, sin embargo en Internet podemos encontrar mucho material para conocer a este personaje de la música mexicana, además de ser músico y cantautor, Rockdrigo escribió varios textos, cuentos y narrativas (sin dejar de dibujar la cotidianidad de la ciudad de México y sus habitantes). Entre esos cuentos encontramos el de “Juan Camaney” que más que ser un galán y un naco como el “pirruris” lo hizo famoso; es un policía que enloquece y mata a una ex pareja sentimental cuando ésta está “culeando” con otro en la cama. Los textos que en su mayoría son cortos, hablan de las personas comunes y corrientes, más corrientes y comunes que al pasar los días van “apestando a tiempo”, no dejan de ser ricos en su contenido, sin llegar a redundar en los mismos temas, la ciudad de México le dio a éste creador y recreador los elementos básicos pero importantes para armar “historias urbanas, historias humanas” en donde se exponen “las circunstancias y su hombre y el hombre y sus circunstancias”, es decir en las letras encontramos la polaridad de una cosa llevando a la otra y viceversa, es una dualidad inobjetable e indudable, no todo como actúa el chilango, es por voluntad, hay cosas (“la máquina y los sistemas” ”) que lo llevan a ser a uno de un modo u otro o hacer a uno de una forma u otra (“un anuncio de cerveza me ha vendido ya la forma de mi cabeza”). Hoy en día las historias del profeta del nopal, pueden ser encontradas en cualquier ciudad del país, en cualquier rincón del mundo donde haya llegado la publicidad y los estereotipos que han venido marcando un nuevo estilo de vida y que se van sucediendo de una generación a otra más nueva, cada una con sus particularidades sin embargo, cada una con sus semejanzas a la anterior “aunque tapes y más tapes, ya vendrán días llenos de rigor”.
El único trabajo grabado que Rockdrigo vio en vida fue "Hurbanistorias", una colección de rolas legendarias que para muchos críticos es lo mejor de su carrera. En algún tiempo incluso anduvo pidiendo dinero en la calle, tocando en camiones, esquinas, antros, etcétera. Fue un tipo que profundizó en la manera de ser del chilango, ese dolor de la gente que rueda por las calles: del hambre, la droga, el alcoholismo y todos los problemas sociales que han hecho de nuestra capital un lugar de muchas historias, el centro de influencias tan variadas, desde los niños bien, hasta las bandas de chavos que se agrupan tomando un estereotipo como guía y, en medio del caos y la desolación, se protegen unos a otros, pertenecen a un grupo de seres humanos.
Ya sólo me resta decir que concuerdo con todos los que alguna vez han escrito sobre “el profeta del nopal” en relación que su canción de más alto vuelo es la de “No tengo tiempo de cambiar mi vida” en la cual se habla de “la máquina” (lo cotidiano) que “me ha vuelto una sombra borrosa” (una persona sin identidad ni ilusiones) pero que ”aún tiene tiempo para atracar un buen puerto” ( y es que siempre existe la posibilidad de mejorar la vida si uno se lo propone). Este texto no es una análisis a profundidad del personaje, ni de su obra, es simplemente un homenaje a un hombre que pese a que fue de una época muy distante a la mía ha influido en las letras que me he atrevido a realizar y a publicar, siempre buscando cambiar la vida, encontrando lo que le hace falta para ello en la cotidianidad que vivimos a diario, sin duda la lucha de Rockdrigo no fue en busca de fama en la vida, sino de la vida misma, peleando desde la trinchera más sencilla y ruda a la vez. La calle, el asfalto y el polvo que van cubriendo las ideas hasta hacer desaparecer el pensamiento racional y nos vuelve animales en la jungla de acero que espera únicamente ser redescubierta en cada uno de sus hijos y es “por ese algo que no está / hoy me pongo a cantar / hoy me pongo a pensar. / Aunque sé que a veces no es buena recordar / que las cosas pasadas no han de regresar / y que todas las cosas que hicimos / son parte del viento y del tiempo; así nada más.” Me podría pasar muchas horas hablando de cada una de sus canciones o más bien dicho de sus poesías ya que la estructura y el mismo ritmo de éstas hacen que quién escuche la letra (cantada o recitada) sienta en los mismos huesos como se van carcomiendo, como van dejando de estar rellenos de carne y el tuétano siente el frío de la vida, de los días y del silencio y sólo quien “alguna vez ha estado al revés / sabe bien a que huelen sus pies” de otro modo no se puede comprender el mensaje que se impregna en cada uno de los versos de éste hombre urbano, de éste cronista de las calles, del recreador de las historias de la gran ciudad y no sólo de historias urbanas, también sentimentales y en el caso de dos canciones de temas aparentemente alejados de la urbe “huapanguero” y “oye tu pescador” dos destinos no comunes en la ciudad de México, pero si indispensables en la nación mexicana, por un lado el huapanguero propio de la zona de la sierra gorda, hombre que “dibujando alegrías, haciendo del tiempo un manantial / huapangos que improvisan entre risas y mezcal… poeta del viento…” mantiene la esperanza de vida ya que lucha día a día contra todas las adversidades que comúnmente nos encontramos. Y el pescador, humano que abandona la tierra y su familia para adentrarse al inmenso mar de la desolación, el esfuerzo y porque no decirlo el gozo y la vida en abundancia “rompes las olas / con la proa de tu existir / diez peces un caracol / justifican tu sentir. / conociendo la tormenta / sabiendo lo que es un ciclón / corrientes y brisas marinas / conforman así tu canción”. Es así como a veces nos abandonamos a nosotros mismos y sumergidos en la desesperación encontramos el alivio en algo tan sencillo como la tranquilidad y las brisas que nos traen las esperanzas y las ilusiones. También Rockdrigo dibujo la cotidianidad en que desde entonces ha estado sumergida la mujer del hogar, la “ama de casa”, dándole de ese modo un lugar privilegiado a quien se ha encargado de de sostener el hogar y hacer de el, el dulce hogar para el hombre después de llegar del infierno diario del trabajo en donde “juegan los días / a que tú eres un dibujo / de algún recuerdo / que interpretaste como embrujo / Ahora cansada / tal vez bastante fastidiada / llega el momento / en que no quieres saber ya nada “
A 23 años de la muerte de Rockdrigo González, su música sigue viva, siguen vigentes las historias urbanas, hoy en día no exclusivas al Distrito Federal y no ajenas a nosotros, la modernidad nos ha alcanzado a los mexicanos de todos los rincones de éste maravilloso y conflictivo país, que como dice la canción “si un día tu historia tiene un remanso dejaría de ser ciudad..” y continua con la violencia en las calles, en las casas, con el fastidio por el exceso de trabajo y sigue siendo lo cotidiano lo que sobrevive a todo lo demás. Sigue reflejándose en el asalariado que hay en cada hogar, en cada cuadra y que se analiza a si mismo y sólo puede decirse “ me asomé a mis adentros, sólo vi viejos cuentos y una manera insólita de sobrevivi..” La música de Rockdrigo González está más viva que nunca. Sólo me queda aceptar que “camino automático en una alfombra de estatuas / masticando en mi mente / las verdades más sabidas… y como un lobo salvaje / que ha perdido su camino / he llenado mis bolsillos / con escombros del destino…” y aunque “mientas y más mientas a quién más mientes siempre es a ti”. Las palabras de Rodrigo González viajan a través de los años, sin la necesidad de mucha propaganda publicitaria, ha logrado sobrevivir gracias al esfuerzo de quienes han valorado el legado emocional y espiritual acerca de la conciencia social con que siempre miró al mundo y en especial a la ciudad que lo vio morir bajo sus escombros y no precisamente en la que nació, sino en la que descubrió no sólo un mundo, sino miles de mundos en cada una de sus historias, historias que no están del todo terminadas de contar, pero que si nadie las cuenta, con lo que ha contado Rockdrigo es suficiente para saber que debajo de cada persona, existe un alma y un animal al mismo tiempo que lo hace ser sensible y a la vez violento y que en la lucha sólo se puede llegar a ser “un auténtico campeón olímpico de la muerte”.