El domingo 26 de abril de 2009 en punto de las 12:00 del día en el auditoria del CASSA de Apaseo el Alto, se presentaron los dos´libros más recientes de Alfredo García Servín, ante un auditorio lleno se escucharon los comentarios por parte de los escritores Ramón, Jesús y del prof. Juan Pablo, además de l participación de las cuntacuentos iturbidenses Ada y su hija Alejandra quienes interpretaron cuentos del maestro García Servín. "Cuentos de Coyotes" editado por Ediciones el Tajo y "Cuentos Vagabundos" editado por Fondo de Cultura de Querétaro, el primero de ellos comentado por el poeta Ramón Granados, y el segundo por el escritor Jesús Zarazúa. Las cuentacuentos iturbidenses Ada y su hija Alejandra interpretaron cuentos de ambos libros.
Ramón Granados, Alfredo García, Alejandra, Ada, Jesús Zarazúa, presentadores de estos dos libros en Apaseo el Alto, Guanajuato.
El texto de la presentación de "Cuentos Vagabundos" es el siguiente:
Cuentos Vagabundos*
Jesús Zarazúa Rangel
¿Dónde podemos marcar la frontera entre un cuento para niños y un cuento para adultos? Ambos despiertan la imaginación, la fantasía y porqué no decirlo así, ambos activan la vida. Cuentos Vagabundos de Alfredo García Servín es un conjunto de relatos fascinantes que se sitúan en cualquier tipo de lugar y tiempo que la imaginativa humana nos permita crear. Los relatos de García Servín contenidos en esta colección “Pan de Cada Día” del Fondo Editorial de Querétaro, nos muestra un mundo distinto en forma, sin embargo, tan igual al nuestro que no sólo nos entretiene la lectura de estos relatos, si no que, nos hacen reflexionar y repensar las cosas del mundo.
Cuentos Vagabundos, contiene en 60 páginas, 34 pequeños cuentos, algunos de ellos narrados en apología, todos nos despiertan la imaginación y la emoción de pensar qué sucedería si el mundo tuviese otra pigmentación. 34 relatos en donde el concepto autor lo consideramos desde una perspectiva extratextual, es decir que no pertenece al texto, el autor no pertenece al texto, el texto pertenece al autor, en este caso, identificamos claramente la mano de Alfredo García Servín, la misma mano que escribió “Cuitzin”. En estos pequeños cuentos, el narrador, vive dentro del texto y forma parte de el, en algunos directamente, en otros indirectamente, pero la magia de la pluma de Alfredo García lleva al lector a ser un colaborador, el cual recibe un mensaje y lo trata de comprender, lo asimila; y el lector logra su existencia con el libro fuera del texto. La experiencia de García Servín escribiendo cuentos para niños, su forma y su metodología, se ven reflejados en la maestría que se ve impresa al narrar estas apologías.
La apología, es aquella técnica de la narrativa en donde aparecen animales personificados con el fin de dar un mensaje, y Alfredo lo logra implacablemente, por ejemplo, al leer el fragmento del relato “Víboras” de la página 21, podemos leer:
― ¡Pero si no es un hombre es otra cosa ―dijo la otra asustada―, porque la nada no hace bulto!
―Tienes razón― dijo su compañera― busquemos otro camino.
O qué decir del cuento ubicado en la página 7 “El Espantajo”, en donde Alfredo les da voz y pensamiento a las aves que siempre rondan un sembradío y al ver un “Espantajo”, o espantapájaros como lo conocemos nosotros, después de observarlo una de las aves dijo:
― ¡Tengo la solución, a ver dos valientes!
Después les dio indicaciones y llegando por detrás le sacaron lo ojos, los demás aplaudían y luego almorzaron.
Y como no mencionar que Alfredo retoma los relatos de brujas, caso visto en el cuento de la página 9 “El Talacho” que se delata cuando pide a Don Pascual que quite el talacho de la puerta y después de ello se fue corriendo y luego se echó a volar.
Y podemos ir encontrando variedad de personajes, pero lo interesante de muchos de ellos es que, Alfredo García, hace una analogía entre nuestro planeta y otros, a algunos personajes los sitúa en otros mundos, planetas quizá, tiempos distintos al que vivimos actualmente, por ejemplo, en el relato de la página 44; “En Busca de trabajo” el cual está situado en un tiempo lejano próximo, en el que hay la interacción entre pobladores de diferentes planetas o quizá, Alfredo nos plantea un exilio de humanos y la conquista del Sistema Solar en el que en estos tiempos habitamos y que después todos los planetas serán parte de nuestro hábitat, pero en ellos hay de todo, todo existe ahí, sólo con el pequeño inconveniente de que es artificial, por lo cual, el personaje de esta historia prefiere seguir sin trabajo, pese a sus innumerables deudas, sin embargo prefiere la paz, la tranquilidad de lo natural, a ir a los planetas utilizados para la fabricación de armas y cosas así que nos han deshumanizado. Antes de llegar al final, Alfredo García, nos narra lo que de manera personal me ha parecido el mejor relato de este pequeño libro, “El Muerto”, un cuento en el que Alfredo nos muestra esa gran experiencia para narrar y sobre todo nos hace notar esa gran calidad al hacerlo, en este cuento, García Servín se vale de la imaginación y de la técnica, pero sobre todo se vale de su experiencia como lector para describirnos un gran relato, un relato que me atrevería a llamarlo épico.¿ por qué épico?, pues en este relato desde sus primeras oraciones podemos encontrar ese destino del personaje Hernán, es un juego de ideas y de cultura general que entran en la narración para llegar a su comprensión, este cuento, para mi, tiene un gran valor, por ejemplo comienza de la siguiente manera “Estudiábamos medicina cuando esto sucedió. Él de un pueblo llamado La Escondida…” desde ahí, ya hay un señalamiento, en nuestra sociedad, el señalar a alguien ya implica ciertas cuestiones psicológicas y en este cuento, el narrador lo hace. Luego continúa “Ese día podría o no haber práctica forense…” y continúa el narrador, de una forma sarcástica “… dependía de que hubiese muerto.” Y sigue con la crónica del día, una crónica que anuncia algo, la muerte quizá. Para anticiparse al destino y sabiendo que del destino nadie se escapa, el narrador nos cuenta lo siguiente “Era jueves. La cita a las 6 de la tarde. Yo iría porque los viernes me iba temprano a mi pueblo…” y vuelve a retomar al personaje cuyo destino se está escribiendo en la historia antes de llegar al final y de quien quizá se esté anticipando los acontecimientos como si fuese un libro épico en el que se va describiendo el destino, ya que nos relata “Hernán también, pero ese día iría a una fiesta por la noche…” y continúa narrando, pero ahora, para desgracia de nuestro destinado, ya comienzan las complicaciones ya que a la letra dice “…y eso le había complicado las cosas.” Luego, como todo presagio, viene la despedida “Nos despedimos a las 3 de la tarde. Me quedaban 3 horas”. ¿En realidad a quién le quedan tres horas? Es una pregunta que el mismo relato nos va contestando en el transcurso de que va hilando los diferentes hechos y tal parece que todo esta escrito y sólo hay que descifrarlo y es aquí donde la maestría de Alfredo se hace notar al mezclar el título de un libro de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada. Libro que nuestro narrador-protagonista está leyendo de un solo sorbo y con atención, lo cual este relato de “El Muerto” se va convirtiendo en eso, en una crónica de una muerte anunciada. Más tarde cuando nuestro narrador llega a la práctica médica se encuentra con que su profesor y sus compañeros está contando chistes ya que no ha habido el muerto, entonces, comentan sobre el libro de García Márquez, es decir, el tema de la muerte no se puede separar ese día, es como un mal presagio de algo que va a suceder y volvemos a encontrar el sarcasmo en el profesor cuando dice “― ¡Pues nos falló el muertito!” Aquí, me viene a la imagen aquel dicho que dice que para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo, pues el narrador-personaje, hace una serie de reflexiones en las que se pregunta cómo es posible que para estudiar medicina haya que destazar un cuerpo, además nos relata, que al llegar la camioneta esa tarde, ya muy tarde, al ver el cuerpo tapado con esa sabana, él reflexiona sobre la muerte, sobre lo extraño de la vida, y es que todo el día le ha perseguido esa idea de la muerte, se ha ido narrando durante el transcurso de su mañana, tarde y ahora noche, con detalle el anuncio de una muerte, pero de quién, de quien él mismo señaló al inicio del cuento o de quién, o por qué, decir ya fuera del relato, es decir yo lector, por qué decir que para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo, pues al término del cuento se da un acontecimiento que se ha venido pronosticando, que se ha presagiado, pues el narrador termina el relato de la siguiente manera, ya luego de quitarle la sabana “Era Hernán. La fiesta se había suspendido y había decidido ir a ala práctica…” e insisto para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo, durante la jornada, tenemos expresiones sarcásticas, por parte del profesor, por ejemplo cuando llega la camioneta, del forense les grita “―Que llegó el muerto”. Y como todo el día habían esperado, tenía que llegar alguien de ellos mismos para que pudieran estudiar. Este relato del maestro García Servín, lo leí junto con mis alumnos, el martes, lo analizamos y encontramos a un narrador experto, conocedor de lo que hace y de cómo pretende trasmitir el mensaje a su lector, Alfredo, amigo, te felicito, este cuento (al igual que muchos otros) te coloca con un excelente narrador.
Y finalmente encontramos un relato que pudiera ser una visión cotidiana de la vida, sólo que, diríamos, con los papeles cambiados, la mujer como cabeza y sostén de la casa y la familia, quien va a trabajar, ve el futbol y sale los fines de semana. Por su parte el hombre es quien se queda en casa, quien hace el quehacer de la casa y quien se reniega a los cambios que se dan políticamente, socialmente y más aún laboralmente, creo que es importante que de pronto ambos sexos veamos de una manera distinta el rol social que juga nuestro sexo, por lo que en este relato, Alfredo García Servín nos lleva de la mano a reflexionar sobre la actualidad y sus roles.
Cuentos Vagabundos es una colección de relatos de alto contenido literario, recomendable para todo tipo de público, niños y adultos, y que nos llevará por la recreación imaginativa de cada uno de los lectores que se encontrarán de frente con este pequeño libro de relatos.
Ya para terminar quiero agradecer a Alfredo por su amistad y confianza y sólo puedo ya decir como dijo Chisco el del relato de la página 22 Topen, chivas, a leer Cuentos Vagabundos de Alfredo García Servìn.
*Texto leído el 26 de abril en el Auditorio del CASSA de Apaseo el Alto, Guanajuato en la presentación de Cuentos Vagabundos.